EL ABANICO ALUVIAL DE COBATILLAS
Mientras los pliegues y fallas deformaban las unidades mesozoicas, y luego de las paleógenas, los relieves creados iban erosionándose y sus restos se acumulaban en las zonas bajas dando lugar a rocas sedimentarias detríticas (conglomerados, areniscas, limos y arcillas). En el Neógeno inferior, los restos de la erosión del anticlinal de Campos-Aliaga eran transportados hacia el oeste por corrientes torrenciales. Al alcanzar la cubeta de Cobatillas (y, en particular, el bloque hundido de la probable falla N-S del Cabezo de la Muerte), perdían bruscamente velocidad y capacidad de transporte, descargando los sedimentos en grandes conos de deyección o abanicos aluviales. Éstos arrancaban de los actuales Cabezo de la Muerte y El Cantalar y tenían un recorrido de unos 3-4 km.
