LAGOS Y HUMEDALES: LAS CALIZAS
La llanura de inundación, y el sistema aluvial en su conjunto, terminaba en un área que se mantenía inundada de forma más o menos permanente, dando lugar a lagos y humedales. En épocas de clima más húmedo, se sedimentaba en ellos carbonato cálcico, formando calizas y margas de colores blanco y rosado. Un paquete de varias decenas de metros de estas rocas se extiende en una amplia franja entre el norte de Cobatillas e Hinojosa de Jarque. Al comienzo del Neógeno se produce la máxima expansión del lago, cuya orilla alcanza entonces las proximidades del anticlinal de Campos. Ahí se deposita la delgada capa de caliza de Peñablanca, que contrasta vivamente con los conglomerados y limos rojos que la rodean.
